La cooperativa Ananda, ubicada en el norte del Amazonas ecuatoriano, generó un acuerdo con la compañía alemana Carbon Connect para producir biocarbón, un material ecológico por su capacidad de regenerar los suelos y porque su reemplazo por los derivados minerales implica una reducción de las emisiones de dióxido de carbono, uno de los principales gases de efecto invernadero para el planeta.
“A través de esta sinergia, puede comenzar el impacto de la producción de biocarbón y la mejora de los medios de vida de los agricultores en el norte de la Amazonía de Ecuador a través de la venta de créditos de dióxido de carbono”, dijo Nando Knodel, cofundador y director general de CarbonConnect.
Los bonos de carbono son un mecanismo internacional de descontaminación para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, que son los que producen el calentamiento progresivo de la temperatura promedio del planeta y que produce un sinfín de catástrofes ecológicas. Esta herramienta se creó en el Protocolo de Kioto, en 1997, y ofrece incentivos económicos para que empresas privadas contribuyan a la mejora de la calidad ambiental y se consiga regular la emisión generada por sus procesos productivos.
Por su parte, la cooperativa Ananda se dedica a cultivar diferentes frutas y verduras en el norte del Amazonas ecuatoriano. Dentro de su línea de producción, también se dedican a la plantación del cannabis y poseen una licencia industrial entregada por el gobierno nacional para dedicarse a la industria medicinal. Ahora, con el acuerdo alcanzado con la empresa alemana, la cooperativa busca ampliar las oportunidades laborales dentro de la comunidad.
Según una carta de intención que describe la cooperación, CarbonConnect y Ananda brindarán capacitación a los agricultores de cáñamo y cannabis medicinal en métodos de producción artesanal de bajo costo para biocarbón, y asumirán un papel activo en la auditoría de CO2.
Parte de los créditos de carbono generados se pagarán a Ananda y a los agricultores individuales cuyos residuos de cultivos se conviertan en biocarbón. Además, parte del biocarbón se devolvería a los agricultores para que lo dispersen en sus campos, lo que beneficia tanto la salud del suelo como al rendimiento del suelo.